domingo, 15 de noviembre de 2009

CONSUELO


Deslomar:
v.trabajar o esforzarse mucho.
   (diccionario de la RAE)






Todas las mañanas  cuando salgo de casa la veo, dale y dale con la fregona, o subida en alguna caja de refrescos quitando telarañas o limpiando los cristales.
Se llama Consuelo.

Ella es la señora que limpia el edificio en el que vivo.Es increible la fuerza y la actividad que despliega.
Ya tendrá sus más de cincuenta años, y se encarga ella sola de  una casa de dieciséis pisos, con su área
de servicio incluida.
Recoge la basura en cada planta y la acarrea hasta el sótano, en dónde están los cubos gigantes que se descargan cuando pasa el camión de la basura.

Veo sus manos de dedos anormalmente gruesos;dedos ensanchados a fuerza de  cargar cosas, de
refregar suelos y de retorcer  fregonas.
Porque sí, aquí en México, aunque pudiera parecer una locura, se acostumbra retorcer la fregona con las manos, en lugar de utilizar uno de esos prácticos exprimidores adosados a los cubos, que tanto ayudan en estos menesteres.

Los primeros años en  este país, yo intentaba facilitar  mi labor y la de las chicas que gracias al cielo me han ayudado en diferentes etapas,comprando estos cubos con exprimidor ,que sí se venden ,pero no se usan.

Después de tener unos cuantos arrombados en el área de servicio de mi casa, decidí que no había remedio
y que cada quien fregase como le diera la gana.

Pues lo dicho, a Consuelo, no la intimidan, ni las moscas muertas en el suelo, los pelos de todos los habitantes del edificio, que, sin remedio, se quedan enganchados en la fregona,y sin guantes la mayor parte delas veces, la veo meter las manos en el agua asquerosa del cubo y manipular las hebras de la fregona, apartando insectos, basuras y pelos.

A veces quisiera llevármela a mi casa, y que se sentara a tomar un café y se despatarrara en el sofá.
De hecho ,lo hemos hecho alguna vez; que estuviera en mi rellano, tocara  a la  puerta
de atrás para saludar a mi perro, que se muere por ella, y de paso entrar un momento a  charlar y tomar
algo.

Tiene dos o tres trabajos, ya no lo recuerdo bien,pero sé que sale muy arregladita de éste a las tres de la tarde, y se va  a  limpiar a otro edificio.

Tanto esfuerzo  ha tenido   resultado,porque el Sábado pasado, se casó su hija, con una carrera terminada, que ella pagó de cabo a rabo,y mi marido y yo tuvimos  la suerte  de asistir a la boda.

Consuelo estaba deslumbrante,porque además es una mujer guapa.Algo entrada en carnes ahora, pero con una cara bonita,y una sonrisa estupenda.

Me parecía imposible el Lunes, cuando la volví a encontrar trabajando como una mula en su ropa de trote,
que fuera la misma mujer que dos días antes, se movía entre lso invitados con sus zapatos de tacón y un impecable traje sastre negro.

Lo único que me hizo  confirmar que no había sido todo un sueño, eran los restos de sus uñas postizas,que
llamaban la atención en sus manos tan maltratadas por el trabajo.
Estábamos comentando  sobre la fiesta y la veo retorcerse los dedos con cara de dolor:

-Señora, yo no sabía que las uñas postizas dolían tanto.
Pobre, le dolían los dedos  porque había intentado arráncarselas  a lo  bruto, para poder exprimir la fregona una vez más.

1 comentario:

  1. El otro día que la ví, no puede evitar pensar en lo que has escrito y hecho por ella. Eres una excelente persona y no hace falta decir lo agradecida que está contigo, lo percibi de inmediato. Y eso que soy bastante despistada.

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